En las personas, es usual que el agitado ritmo de vida actual les produzca trastornos de diversa índole, tanto físicos como mentales. El estrés, la depresión y la ansiedad, son enfermedades con las que miles de individuos tienen que lidiar todo el tiempo, en especial en esta época en la que ser parte del caos es pan de cada día. Por ello, os traemos algunas recomendaciones para organizarse mejor y librarse de este tipo de alteraciones.
Tanto el estrés como la ansiedad son respuestas que suele generar nuestro organismo ante la percepción de un peligro que nos acecha. Estas respuestas, normales y beneficiosas en su estado más natural, representan un problema cuando se manifiestan de forma intensa y desproporcionada, generando alteraciones en el cuerpo y en la mente.
Irascibilidad, angustia y dificultades para conciliar el sueño son algunas de las consecuencias más recurrentes al padecer problemas de estrés y ansiedad, que se presentan debido a causas externas, la vivencia de eventos traumáticos, una mala alimentación, desbalances en nuestros neurotransmisores o factores hereditarios.
En principio, es preciso poner a descansar la mente, en especial de ideas negativas o pensamientos dañinos que nos puedan estar alterando. Cada persona es capaz de controlar lo que piensa y puede enfocar su imaginación con ideas positivas y motivacionales; es recomendable practicar alguna actividad artística para distraer la mente y potenciar su creatividad. Buscar la tranquilidad mental es el primer paso para disminuir considerablemente los niveles de estrés y ansiedad.
A partir de ahí, se recomienda meditar para ayudar a encontrar paz mental. La meditación es un arma poderosa para disminuir los niveles de estrés y ansiedad, mejorando nuestra salud y la relación con el entorno. Para meditar adecuadamente, se deberá respirar de forma profunda y consciente, con la máxima concentración posible, en un lugar silencioso y apartado. Practicar la meditación media hora al día es más que suficiente para conseguir resultados beneficiosos.
Practicar alguna actividad física es elemental para conseguir el adecuado equilibrio físico y metal. Una buena rutina de ejercicios de, al menos, 30 minutos diarios, es la manera más conveniente de lograr un estado de calma y reducir el estrés. El esfuerzo físico, además de mejorar el funcionamiento de todo el organismo, libera endorfinas, neurotransmisores responsables de la sensación de satisfacción y bienestar en el cuerpo. De preferencia, es recomendable realizar esta actividad física al aire libre.
Finalmente, cuidar tu alimentación a través del consumo de productos naturales es fundamental para mejorar la salud emocional. Somos lo que comemos y, en la medida en que nos alimentemos con productos libres de preservantes y pesticidas, mantendremos un cuerpo relajado y emocionalmente preparado para hacerle frente a momentos de tensión. Infusiones como la manzanilla y la valeriana ayudan a conseguir la tranquilidad deseada.
Siguiendo estos consejos, en muy poco tiempo podrás decirle adiós al estrés y la ansiedad y vivir una vida más plena; recuerda perseverar y hacer que estas actividades formen parte de tu rutina diaria y si necesitas ayuda de un médico especializado no dejes de visitar nuestros centros médicos.