De acuerdo a información proporcionada por la Sociedad Española de Neurología, más de un tercio de los españoles sufre de algún tipo de insomnio, la mitad de ellos, de forma crónica. Con estos alarmantes datos, resulta necesario conocer de qué se trata este padecimiento y cuáles son los tratamientos más efectivos que existen en la actualidad para mejorar la calidad del sueño de las personas.
El trastorno del insomnio se refiere a la incapacidad de conciliar el sueño o conseguir que perdure de forma continua durante la noche. Así, quienes lo sufren manifiestan una dificultad persistente para dormir o lo pueden hacer solo de forma intermitente. El resultado es la imposibilidad de lograr un descanso pleno, dificultando sus actividades normales durante el día.
Son diversos los factores que pueden desencadenar el insomnio, identificándose como causas primarias al desordenado estilo de vida, las alteraciones de horario por cuestiones laborales, el consumo de fármacos, los cambios en la fisiología del individuo, el aumento del estrés y la ansiedad o los trastornos del ritmo circadiano como consecuencia de los viajes largos. El consumo de estimulantes como el café también es un factor perjudicial para la calidad del sueño.
Por su parte, son consideradas como causas secundarias del insomnio algunas enfermedades cardiovasculares, pulmonares y endocrinas, así como ciertos trastornos neurológicos como la enfermedad de Parkinson y alteraciones de la conducta alimentaria como la anorexia nerviosa. También, algunos factores ambientales como el cambio de temperatura son consideradas causas secundarias.
Los especialistas refieren dos tipos de insomnio, aquellos de frecuencia transitoria, cuya duración es de apenas algunas semanas y que son originados por factores externos; y los insomnios de naturaleza crónica, cuya duración es más extendida y que representa un verdadero problema en la calidad de vida de quien lo padece.
El tratamiento farmacológico es uno de los más utilizados para lidiar con los síntomas del insomnio, así como para curar las enfermedades o patologías relacionadas a él. Por lo general, se prescriben medicamentos hipnóticos que el paciente debe tomar antes de acostarse, complementando el proceso con antidepresivos y ansiolíticos que debe consumir durante el día. Es preciso tener en cuenta que este tratamiento no debe extenderse más allá de los tres meses y que se debe seguir al pie de la letra las indicaciones del médico especialista, ya que el consumo de este tipo de medicamentos es riesgoso y puede generar adicción.
Otro tratamiento muy eficaz para combatir el insomnio es la fitoterapia, en especial cuando la patología es ocasional. El gran beneficio de este tratamiento es que, a diferencia del farmacológico, no genera efectos secundarios, por lo que suele ser el preferido, en especial entre la gente mayor. Entre las plantas medicinales que más se usan como parte de este tratamiento se encuentra la Valeriana, la Amapola de California y la Pasiflora; todas ellas garantizan un sueño profundo sin generar somnolencia por la mañana.
Uno de los tratamientos que tiene una mayor incidencia de éxito a nivel mundial para la cura del insomnio es el de la reeducación del sueño, también denominado terapia conductual-cognitiva. Este tratamiento consiste en mejorar la calidad del sueño a través del control de los estímulos que generan el insomnio, entre ellos, la regulación del horario para dormir, la limitación de actividades previas a la hora de acostarse, el cuidado de los alimentos que se consumen por la noche y la eliminación de factores externos que alteren el sueño.
Además de los tratamientos indicados, existen otras alternativas que han demostrado ser muy eficaces para combatir el insomnio. De todas ellas, podemos mencionar las diversas técnicas de relajación que ayudan a reducir la hiperactividad fisiológica de los pacientes, sobretodo, si son acompañadas de terapia psicológica que ayude al paciente a superar experiencias traumáticas del pasado.
Otros tratamientos como la cronoterapia o la fototerapia también han resultado ser muy útiles para ayudar al paciente a recuperar el sueño. El primero, consiste en estructurar los horarios de sueño de acuerdo a la realidad de cada individuo, mientras que el segundo, utiliza la luz artificial como inductor del sueño.
La calidad del sueño es muy importante para el adecuado desempeño del organismo. Una alteración del descanso puede perjudicar tremendamente la salud de quien la padece, mermándole las energías, transformándole el estado de ánimo y dañando su relación con quienes lo rodean. A fin de evitar el insomnio, se recomienda seguir los siguientes consejos:
Preparar y acondicionar el ambiente de descanso para garantizar un sueño profundo. Esto involucra crear un ambiente de relax y confort en el dormitorio, retirando los aparatos electrónicos y regulando la intensidad de la luz cálida.
Acostumbrar al organismo a descansar siempre a la misma hora; de esa forma, se genera el hábito de dormir bien. Realizar algo de meditación previa o cualquier otra actividad relajante es más que recomendable para disfrutar de un sueño de calidad.
Evitar consumir alimentos pesados antes de irse a dormir. Por ello, se recomienda cenar varias horas antes de acostarse, para que la digestión no impida el sueño.
Por último, es importante prevenir cualquier tipo de interacción que se pueda producir entre uno u otro tratamiento; por eso, es indispensable comunicar al especialista la intención de probar métodos alternativos para la cura del insomnio, a fin de que pueda determinar el camino a seguir.
El insomnio suele estar ligado al estilo de vida de quien lo padece. Así, el especialista analiza el entorno del paciente, tanto familiar como laboral y social, para, de esa manera, poder determinar el tratamiento que mejores resultados le pueda generar.
La mayoría de las veces, el insomnio puede ser curado sin mayores inconvenientes, permitiendo a las personas volver a tener una vida normal en unas pocas semanas. Es por eso que se recomienda acudir al centro médico especializado al momento en que se presenten los síntomas; él sabrá cuál es el tratamiento más adecuado a seguir para terminar de una vez por todas con este padecimiento.