En España un 7,8% de la población se declara vegetariana, la mayoría siendo mujeres ( algo más que el 10%) y hombres (alrededor del 5%). En realidad, la definición de vegetariano es bastante amplia.
De las personas que han sido entrevistados, solamente un 2,5% son veganos, un 17% son vegetarianos y el resto, más del 80% de los que se declaran vegetarianos son flexitarianos de la población total.
Para que se entienda:
Empezaré por la ventaja más obvia y también el motivo por el cual las personas dejan de consumir carne: la de proteger a los animales.
Otro argumento de los vegetarianos es el impacto ambiental de la producción de alimentos de origen animal.
Algo con un impacto muy positivo sobre la salud son las dietas ricas en vegetales que suelen tener un alto contenido de fibra.
Se reduce la ingesta de grasas saturadas si no se come animales.
Comer muchas verduras y frutas permite ingerir minerales y vitaminas importantes para el organismo.
Las dietas vegetarianas han demostrado tener tres aspectos positivos sobre la salud: colesterol más bajo, menor riesgo de muerte por cardiopatía isquémica y índice de masa corporal más bajo que la media.
¿No se mata animales si comes vegetariano? Eso es discutible. La mayoría de las veces las personas desconocen que subir el consumo de productos vegetales tienen un efecto doble: por un lado los cultivos masivos de productos como el maíz, el algodón, el trigo, el arroz tienden a favorecer la destrucción y la deforestación del hábitat de especies salvajes, pero por el otro lado, reduce el número de muertes de animales criados para alimentación.
Para la salud de las dietas vegetarianas existen algunos riesgos, como carencia de vitamina B12 (preocupante para las mujeres embarazadas), una carencia de zinc o hiero.
Algo muy a tener en cuenta si decidimos comenzar con una dieta vegetariana o vegana es que debemos acudir a nuestro centro médico especializado para que hagan un seguimiento de todo el proceso y comprobemos que nuestro cuerpo no sufre ningún tipo de trastorno alimenticio.